Las historia de las medallas no es tan antigua como la de las monedas; esta se remonta al siglo XV en Italia, donde el pintor Pisano de Verona fue el primero en acuñar piezas con propósitos estrictamente artísticos y no comerciales. Su intención no era conmemorar algún evento u honrar a algún hombre ilustre tras su muerte, sino que las piezas sirvieran como un sustituto del retrato al óleo. Las familias nobles italianas se mostraron complacidas con este nuevo arte que no solo representaba sus rasgos con toda la precisión de la pintura, sino que además, los plasmaba en un material que se consideraba imperecedero.
Una de las primeras medallas acuñada para conmemorar algún evento fue la encargada por el papa Gregorio XIII para conmemorar la Masacre de San Bartolomé en 1572. Poco a poco, las medallas cobraron una relevancia especial como piezas conmemorativas de hazañas militares. Napoleón, una vez coronado Emperador de Francia en 1894, comenzó a acuñar medallas alusivas a sus campañas militares victoriosas.
El arte de la medalla arribó a la Nueva España durante el reinado de la Casa de Borbón.
Las Medallas en los Juegos Olímpicos
Las medallas aparecieron en las olimpiadas en 1896 en los juegos modernos de Atenas, las medallas que se les ofrecía a los ganadores de aquellos tiempos eran solo de plata. El primero en llevarse el premio fue el estadounidense James Connolly quien además recibía una rama de olivo, en estas medallas se podía ver grabada la imagen de Zeus, la Acrópolis de Atenas y Nike, la diosa de la victoria, nombre que después sería utilizado en la conocida marca de ropa y calzado deportivo.
Las medallas se empezaron a entregar con referencia a la tradición militar ya que en los Estados Unidos era el comandante quien recibía una medalla de oro y medallas de plata para sus soldados.
La primer medalla en oro fue entregada en los juegos olímpicos de San Luis Missouri en los Estados Unidos en 1904. Desde entonces se estableció la jerarquía que ahora conocemos: oro para el primer lugar, plata para el segundo y bronce para el tercero. Además, se considera una representación de las tres primeras edades del hombre según la mitología griega.
Cartel de los Juegos Olímpicos de San Luis 1904 |