El trail running, o carrera de montaña, es una forma de correr que se lleva a cabo en entornos naturales y generalmente en terrenos de montaña, senderos, bosques y otros terrenos agrestes. Aunque es una actividad que ha existido de alguna forma durante mucho tiempo, se considera que su origen moderno se encuentra en los Estados Unidos en la década de 1970.
El trail running surgió como una respuesta a la creciente popularidad del running y las carreras de ruta en ese período. Los corredores que buscaban un desafío más natural y escénico comenzaron a explorar senderos y terrenos montañosos, lo que llevó al desarrollo del trail running como disciplina deportiva.
Una de las figuras clave en la popularización del trail running en los Estados Unidos fue el ultramaratonista Gordy Ainsleigh. En 1974, Ainsleigh no pudo participar en la Western States Endurance Run, una carrera a caballo de 100 millas en California, debido a que su caballo estaba cojo. En lugar de esperar al año siguiente, decidió correr la carrera a pie y lo logró. Su hazaña ayudó a establecer el trail running como una disciplina deportiva por derecho propio.
Desde entonces, el trail running ha crecido en popularidad en todo el mundo, con una comunidad de corredores dedicados que participan en eventos que varían en distancia y dificultad. Estas carreras a menudo ofrecen una experiencia única al correr en entornos naturales impresionantes, lo que atrae a personas que buscan escapar de la rutina de las carreras en carretera y desafiarse en terrenos más variados y desafiantes.
Los Tamemes de los mexicas.
Aunque los antiguos corredores mexicas conocidos como tamemes no tenían fines competitivos, bien podríamos mencionarlos como una forma de reconocer la fuerza y resistencias de nuestros ancestros que prevalece en nuestros días en los aguerridos competidores mexicanos.
Los "tamemes" eran una forma de transporte humano utilizada por los mexicas, una civilización indígena que habitó la región de Mesoamérica, en lo que hoy es México, antes de la llegada de los invasores españoles en el siglo XVI. El término "tameme" proviene de la lengua náhuatl, hablada por los mexicas y otros pueblos mesoamericanos.
Los tamemes eran portadores que transportaban mercancías, alimentos, materiales de construcción y otros objetos de un lugar a otro a través de caminos y senderos en el vasto imperio mexica. Estos transportistas solían llevar una especie de mochila o canasta llamada "tamal" en su espalda, en la que colocaban los objetos que debían transportar. A menudo, se desplazaban largas distancias a pie y eran una parte fundamental de la economía y la logística del imperio mexica.
Los tamemes eran conocidos por su resistencia y capacidad para llevar cargas pesadas. También desempeñaron un papel crucial en el sistema de comunicación y transporte de los mexicas, lo que permitía la rápida distribución de bienes y mensajes a lo largo del vasto imperio.
Después de la conquista española de México, el sistema de transporte basado en tamemes se desvaneció gradualmente a medida que se introdujeron caballos y otros medios de transporte europeos. Sin embargo, el legado de los tamemes como trabajadores incansables y resistentes se mantiene en la memoria histórica de la región.